EN ESTOS MOMENTOS DEDICADO A RECOPILAR VIDEOS DE LO QUE PASA EN LAS CALLES DE VENEZUELA

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31.10.10

ESTA ES NUESTRA FIESTA

De tanto buscar, esta semana por fin encontré donde está el público joven del teatro… y de una vez, me encontré con los actores jóvenes del teatro.

“Ensayo sobre la sumisión” y “La ola” son dos montajes con planteamientos casi opuestos, con equipos de trabajo muy disímiles, en teatros y en zonas de la ciudad totalmente diferentes, y por supuesto con públicos extremadamente distintos. Uno es en el Teatro Luis Peraza en los sótanos de la Iglesia San Pedro, en Valle Abajo, el otro en el Espacio Plural del Trasnocho. Ambos montajes son dirigidos por directores jóvenes: Vladimir Vera y Armando Álvarez respectivamente.

Quien haya visto ambos montajes puede dar fe que son absolutamente diferentes. Al extremo. Basta ver lo distinta que son las dos fotos que ilustran este post. Sin embargo, de entre tantas diferencias surgieron ciertas cosas que ya no me resultaban tan distintas. Por el contrario, empezaron a aparecer una tras otra cosas muy parecidas.

La primera cosa en la que se parecen ambos montajes es en la calidad de los actores jóvenes que vi. En general son actores talentosos, con mucha entrega, con técnica y con una evidente disciplina hacia el trabajo.

Luego descubrí algo más interesante: ambos montajes tocaban temas políticos. El totalitarismo en “La ola”, la sumisión en “Ensayo…”. Ambos temas fuertes, ambos montajes con una intencionalidad clara de exponer -sin límites- temas que son importantes en nuestra sociedad. El maltrato, la burla, la confrontación estéril, la sumisión, el poder, la manipulación, la relación de la juventud con las generaciones precedentes, son todos temas que se exploran simultáneamente en ambos montajes.


Y a partir de ahí la lista de similitudes crece y crece: en ambas hay utilización del video, ambos montajes son exigentes físicamente, en las dos el público no está sentado a la italiana sino muy cerca del espectáculo, ambos son espectáculos para poco público (80 en trasnocho, 50 en TLP), ambos terminan con mensajes escritos para ser leídos por el público (se me hizo como un momento Brecht), ambas obras tuvieron personajes fumando marihuana (de mentira, claro), así como personajes pintando graffitis con spray.


Y viene la similitud que más me interesó. En ambos casos sentí a unos actores muy involucrados con lo que estaban planteando. Deseosos de hablar de ese tema. No de otro. Con cierto compromiso que se dejaba ver por la intensidad de su interpretación, por la manera de decir, de actuar, de vivir la obra. Actores comprometidos, que les dicen.


Hablando con uno de ellos al final de una de las funciones pude saber de sus convicciones, sus proyectos, su generación. Me acordé de la canción “Radio Capital” de La Vida Bohéme, que por cierto forma parte de la banda sonora de “La ola”, que repite una y otra vez “esta es nuestra fiesta” que parece recordar a su generación (incluyendo los teatreros) que no es el futuro lo que les pertenece, sino el hoy: ¡esta es su fiesta!

(Click aquí y van al MySpace de La Vida Bohéme para que oigan la canción Radio Capital)

Aunque ambos montajes obtienen resultados muy diferentes de la audiencia en ambos casos pude constatar el fuerte impacto que la obra deja en el público. Desde las muchachas exaltadas que no paraban de comentar la obra saliendo del Espacio Plural del Trasnocho, hasta en el Teatro Luis Peraza la señora con taquicardia que se asustó cuando le pregunté qué le había parecido la obra.

FOTO SUPERIOR "LA OLA", FOTO INFERIOR "ENSAYO SOBRE LA SUMISIÓN". AMBAS FOTOS TOMADAS DE INTERNET.

27.10.10

TEATROS VISIBLES, TEATROS INVISIBLES

¿Cuántas obras de teatro están en cartelera este fin de semana en Caracas? Dificilísimo saber. Dependiendo de dónde te ubiques verás unas obras, unos teatros, unos actores, y aunque no quieras, tienes que saber que habrán otras salas, otras obras y otros actores que te resultarán completamente invisibles.

Pero, así como las ondas de radio, que no las vemos pero existen, a la misma hora que hay una función en el Teatro Premium de Los Naranjos también hay una en el Teatro Luis Peraza en Valle Abajo. Los actores que trabajan en Escena 8 en Las Mercedes, actúan al unísono de los que lo hacen en el Antiguo Teatro La Comedia de Parque Central. Y cuando el público aplaude emocionado en Teatrex, en C.C. Paseo El Hatillo, probablemente lo haga al mismo tiempo que el que aplaude el final de una función del Teatro San Martín, en la avenida del mismo nombre.


María Brito, Directora Artística del Teatro San Martín, dice que están acostumbrados. Que así ha sido siempre. Ellos se han abocado a trabajar “de Capitolio para acá”, captando su público con volantes, pendones, una muy visitada cartelera dentro del teatro y alguna que otra gacetilla de prensa que les publican cuando el espacio del periódico lo permite.


Juan Antonio González, Coordinador de Arte y Cultura de El Nacional, reconoce las limitaciones de espacio en el periódico. No se dan abasto con la agenda diaria y el cuerpo “Voy “de los jueves. Además tienen un déficit de reporteros para la fuente, pero aprovecha para acotar una limitación aún más fuerte: las vías de comunicación con los teatros y los grupos no son siempre fluidas.


Desde un sótano de la Torre Este de Parque Central donde está la Fundación Espacios Culturales (antiguo Teatro La Comedia) publicar algo en El Nacional se ve aún más lejos. Entregan volantes, usan las redes y solo publican algo “cuando se puede”. Botas Verdes, que así se hace llamar el encargado (lo conozco desde hace mucho y puedo dar fe que ni él recuerda su nombre original), ve el futuro de nuestro teatro “escoñetado… ¿puedo decirlo así o tengo que hablar con protocolo?” Siente que el público ha bajado, que no se le da importancia al teatro. Ante la pregunta de que mejoraría todo esto responde: “una revolución, pero no gubernamental, una revolución teatral”.


En otro sótano, pero ahora bajo la Iglesia San Pedro de Valle Abajo, Manuel Chourio, miembro del equipo de producción y parte del elenco juvenil del TET, cuenta que tampoco ahí hay avisos de prensa, sino mucho e-mail y redes sociales. Chourio habla del respeto a las distintas tendencias, propuestas y maneras de trabajar, y hace un llamado a pensar en nuevas estrategias de promoción y autogestión para no caer en la dependencia estatal. Con esto en mente organizan mensualmente unos “Convites” como espacios de intercambio cultural, de interacción, de autogestión y sobre todo de aproximación al público joven. Y justamente sobre este público María Brito cuenta lo que les ha costado atraer a los jóvenes a San Martín y como lo han logrado. Una de sus mejores estrategias ha sido interactuar con los estudiantes de teatro, presentando obras para ellos e invitándolos a trabajar en sus producciones. “No han venido grandes cantidades, pero han venido”


Carlos Herrera, un indoblegable crítico de teatro de nuestro país, en un reciente post en su blog Público y gente joven da su apreciación sobre mi post ¿Las nuevas generaciones van al teatro?, y habla de un fuerte movimiento de “teatro periférico” y da fe de que “ciertos espectáculos conformados por grupos emergentes o con una ya traza de algo más de cinco años tienen casi el 90% de sus aforos abarrotados de gente joven”.


Y aunque hice el ejercicio de investigar en redes, medios y por teléfono, desafortunadamente tan invisible es este teatro periférico para un grupo de la población, como lo puede ser el teatro como él lo llama “hegemónico” para otro sector. Todo depende de dónde estés ubicado. Como me dijo Botas Verdes: “Creo que el trasnocho le está yendo bien pero tengo años que no voy”.


Puede ser un tema social, de información, de promoción, de redes o de presupuesto. Tal vez el problema sea que nos acostumbramos demasiado a vivir en nuestras burbujas, bien sean “de Capitolio para acá”, o de Las Mercedes para allá. No lo sé.


Lo que no puedo evitar es una fuerte sensación de que el futuro no está en un lugar con burbujas, sino en un lugar lleno de puentes, en el que el precio de la entrada no sea una barrera sino una herramienta y en el que las propuestas de los artistas de teatro puedan llegarle a los que habitamos esta ciudad solo con las limitantes que proporcionan el gusto y la elección de cada persona.


Juan Antonio González piensa -como yo- que poder discutir sobre todo esto ya es un logro, “porque pareciera que hay terror a plantear los problemas para discutirlos”. Así que desde este blog seguiremos aportando nuestro grano en la discusión, porque con ella soñamos fortalecer y potenciar los canales de comunicación entre los medios, los artistas, los grupos, los teatros y por supuesto el público.

Tal vez así el teatro venezolano empiece a dejar de ser invisible para tantos venezolanos.

FOTO: CARACAS EN CAPAS, POR VICENTE ALBARRACÍN

25.10.10

YO TUVE EL EFECTO CHICHARRA

Ayer por primera vez fui a ver un espectáculo de Stand-Up Comedy en Caracas.

Creo que mi primera aproximación con el género habrá sido cuando estuve estudiando en Los Ángeles (gracias RCTV) y antes de las grabaciones de los sit-com a los cuales asistí, religiosamente hacían espectáculos de Stand-Up para calentar a la audiencia. La idea era que el público estuviera relajado y divertido para que al momento de grabar el programa mi risa, y la de las otras 300 personas, quedaran inmortalizadas en el audio que apoyaba cada nuevo chiste de “That´s 70´s Show”.


Anoche, gracias a la invitación de Jorgita Rodríguez (@TalentoFemenino en Twitter) fui a ver “El efecto Chicharra”. Para quienes no han ido lo primero que debo comentarles es el absoluto éxito de público. Según mis cálculos la ocupación superaba el 70%, es decir más de 700 personas que pagaron entre 183 y 110 Bs cada uno. Lo segundo era el tipo de público: mayoritariamente gente joven.


Pero vamos al espectáculo. ¿Qué es el Efecto Chicharra? Es un tradicional espectáculo de stand-up comedy, conformado por las rutinas de Bobby Comedia (twt: @BobbyComedia), Iván Aristiguieta (twt: @IvanchoGancho) y César Muñoz (twt: @palabrasdecesar). Sus rutinas, como debe ser en el género, aluden a esas cosas que están en el inconsciente colectivo de todos y que hasta que no te lo dicen no te das cuenta de lo divertido que son, de lo identificado que te sientes y de lo mucho que te puedes reír de tus propias miserias. Con un alto nivel de preparación estas rutinas incluían música, bailes, canciones y hasta sutiles, pero contundentes, cambios de vestuario.


Lo más interesante no es la alta factura del trabajo que mostraron, ni siquiera la excelente calidad de estos artistas, ni aún menos la acogida de la audiencia que parecía conformada por sus mejores amigos que esperaban con ansias cada nueva rutina o comentario insólito, sino un detalle muy delicado pero muy poderoso: Detrás de todo el espectáculo en el que nuestro gentilicio, nuestros defectos, y nuestras vergüenzas era motivo de las más hilarantes disertaciones, subyacía un profundo amor por el país.


Estos tres señores nos llevaron a un recorrido por nuestra venezolanidad lleno de humor, de cariño, de respeto y de valores. Irreverente sin jamás llegar a ser vulgar, y sin perdonar a nadie, pero a la vez sin cometer el más mínimo irrespeto. En este espectáculo nos identificamos, nos reconocimos como parte de un todo y nos permitimos reírnos al unísono en una especie de acto comunitario de catarsis, liberador y enriquecedor. De verdad me sentí por hora y media parte de una colonia de chicharras, disfruté chillando incansablemente junto con mis compañeros, y me descubrí muy orgulloso de formar parte de esta red de insectos que somos los venezolanos.

Bravo por “El efecto Chicharra”. Ayer ganaron conmigo un nuevo fanático. Sueño con el día en que nuestro teatro y nuestra televisión tengan la capacidad que ustedes tienen de leer el país. Estoy seguro que ese día muchas cosas van a cambiar.



BOBBY COMEDIA, UNO DE LOS TRES STAND-UP COMEDIANT DE "EL EFECTO CHICHARRA"

23.10.10

¿LAS NUEVAS GENERACIONES VAN AL TEATRO?

Tengo días pensando en porqué veo tan poca gente joven en el teatro al que he asistido.

Nuestros teatros a pesar de tener tanta afluencia y estar proliferando tanto, poseen un público con una media de edad adulta, que no es representativa de un país con una masa de gente joven tan grande. Esto ya me resulta extraño, pero cuando indago en si nuestros estudiantes de teatro asisten a estas exitosas funciones, me preocupo mucho más.


Por ejemplo, sé de estudiantes de UNEARTE que no han visto la que probablemente es la obra más taquillera de la temporada: “Actos Indecentes”, que trae por primera vez a Venezuela el exitoso montaje que estrenara en Broadway el venezolano Moisés Kaufman. ¿El argumento para no ir? 130 Bs. Es mucho dinero para sus presupuestos.


Y yo me pregunto, si las nuevas generaciones de teatreros no están viendo lo que pasa en estas salas, y no están viendo entonces las propuestas de nuestros directores, el trabajo de nuestros actores, de nuestros diseñadores, de nuestros dramaturgos, ¿cómo van a completar su formación? ¿para el teatro de qué país se están formando?


Yo debo mi formación en gran parte al excelente y variado teatro que pude ver cuando estaba en mis veintes. A veces hasta 4 o 5 funciones en una misma semana lograba ver. Recuerdo que siempre me coleaba, me invitaban, iba a ensayos generales, era amigo de alguien, a veces pagaba, porque lo que costaban esas entradas también era mucho para mi presupuesto. Hasta en los festivales, que los precios podían ser a veces altos, siempre había entradas gratis para participantes y mucho más baratas para estudiantes.


Viendo la complicada situación en la que se trabaja ahora no sé cuál sería la mejor solución. Pero lo que sí tengo claro es que debemos buscar mecanismos que conecten el teatro que se hace hoy, con las generaciones que en pocos años lo van a estar haciendo. Y cuando me refiero a nuevas generaciones incluyo a todos: Esa gran cantidad de muchachos que de algún modo y en algún lugar están formándose para tomar esos espacios. El teatro será de ellos. No de nosotros. En el mejor de los casos nosotros seremos un recuerdo borroso en una hemeroteca.


Propongo una entrada mucho más económica para estudiantes de teatro. ¿Sería posible?

13.10.10

¿QUÉ OPINAS DEL TEATRO QUE SE HACE EN CARACAS?

Para ser discutido en una clase de la cátedra de Dirección Teatral que estoy dictando, quisiera que por favor me respondieras esta pregunta: ¿Qué opinas del teatro que se hace en Caracas?
(si puedes tomarte un segundo deja un COMENTARIO)
Gracias.

SI LO PREFIERES PUEDES DEJAR TU COMENTARIO DE MANERA ANÓNIMA.

¿VICENTE ALBARRACÍN EN LOS EMMYS? ¡NO!... Y SÍ

Este año vuelvo a ser Jurado en los International Emmy® Awards, la versión internacional de los Emmy en la que compite una gran cantidad de material televisivo producido en el mundo entero. Como tuve la fortuna de serlo en los años 2005, 2006 y 2007, en el 2010 soy nuevamente parte del Jurado final, conformado por profesionales de la televisión de montones de países agrupados en la International Academy of Television Arts & Science.
Pero no se preocupen, no es tan glamoroso como suena, no alquilo frack, no me mandan el pasaje para ir a la entrega, no voy a NYC, no piso la alfombra roja, no conozco a nadie (en persona), no aparezco en ninguna foto.

Yo no voy.

Ellos me mandan todo. La primera vez por correo me mandaron una caja entera de Casetes de VHS, los otros años mandaron DVDs, y este año la visualización del material es ONLINE.

Lo que sí ha sido muy valioso de estas experiencias es la cantidad de programas de televisión tan diferentes que he tenido la oportunidad de ver. Así conocí a Little Britain, serie de humor británica absolutamente desquiciada y maravillosa la cual persigo por todos lados. También me encontré con un programa alemán que hablaba de una familia conformada una alemana y su novio turco, quienes vivían además con sus respectivos hija e hijo adolescentes, una lectura muy interesante de la convivencia de las diferentes culturas en la Europa de hoy. También recuerdo programas extrañísimos de Suráfrica, de Chile, maravillosos de Brasil, y tantas otras cosas de tantos lugares diferentes, no siempre de calidad óptima, pero siempre interesantes para aproximarme a una televisión que no programan en ninguno de los canales que tengo en mi cable.

Así que los próximos días estaré visualizando material, e iré escribiendo sobre lo que se pueda comentar. Les adelanto que dentro de mis nominados hay una persona que cuando la leí pensé: ¿Quién soy yo para ver si este pana (con una carrera en extremo más dilatada que la mía -para decirlo elegantemente) hizo bien su trabajo o no? Pero bueno, alguien en los Emmys piensa que sí soy alguien que pueda opinar. Mejor no comento mucho más, perdonen, los premios tienen sus normas que debo cumplir, y antes de que me llamen de los Emmys para decirme que estoy demandado, prefiero que me llamen algún día a decirme que estoy nominado.

12.10.10

HAMLET EN LA MORGUE DE BELLO MONTE

De las cosas geniales que tiene dar estas clases de dirección teatral, una es tener la oportunidad de releer Hamlet. La fuerza de Shakespeare produce un personaje contradictorio, atormentado, lúcido y trágico. Una radiografía de nuestros miedos, un canto al dolor, un espejo vergonzoso de la naturaleza humana.


La podrida sociedad de Dinamarca huele tan feo en el período isabelino, como apestan nuestras realidades en la Latinoamérica de hoy. La traición, la corrupción, el engaño y el asesinato se transforman en un retrato de un momento histórico desolador, que se me hace profundamente similar al que vemos en nuestras noticias. El poco valor por la vida parece que se perpetuó hasta nuestros días como si fuera una colonia de cucarachas que han sobrevivido inmunes las hecatombes de cientos de años.


Lo interesante es que en esta Caracas del 2010 Hamlet podría perder un poco de su peso trágico ante tantas tragedias cotidianas. No es Hamlet el único que sufre por el engaño, por el irrespeto a la memoria de su padre asesinado. No es sólo él quien siente a su país como una cárcel. No es Hamlet el único que ha perdido a toda su familia en estos días. No es el único condenado a morir. Tal vez deberíamos sumarlo al parte de muertes de cada semana y sonaría menos feo. El Rey Hamlet, Polonio, Ofelia, Gertrudis, Rosencrantz, Guildenstern, Laertes, el Rey y Hamlet. Nueve muertos no suenan tantos al saber que cada fin de semana aquí pueden morir más de sesenta. Y por lo menos en la obra son todos adultos. Duele más cuando son niños. Esto cambia la perspectiva. La muerte aquí tiene otro significado. ¿Cómo es posible leer este clásico como tragedia, cuando vives en una sociedad que ha hecho de la tragedia su cotidianidad?

No lo sé. Espero que las clases me permitan entenderlo.

Por lo pronto no dejo de maravillarme con la belleza que surge dentro de una obra que habla de cosas tan espantosas. ¿Será que estamos condenados como Shakespeare a buscar la belleza en medio de la podredumbre?

Algunas de citas de mi lectura de Hamlet en #HamletQuotes


LA FOTO ES EN LA FAMOSA MORGUE QUE QUEDA EN LA MISMA URBANIZACIÓN DONDE YO VIVO: BELLO MONTE.

11.10.10

NUEVO NEGOCIO (MISMO DUEÑO)

Mi antiguo blog:TELENOVELA REVOLUTION, ya no estaba funcionando. Lo abrí para reflexionar sobre mi trabajo en televisión, pero con este poco de cambios en mi vida, ya no estábamos funcionando.
Asi que: Bienvenidos a mi nuevo viejo blog.
Ahora somos TODOTERRENO.
Lo que tiene mucho más que ver con lo tengo en la cabeza ahora.
Ya les iré contando.
Gracias x leer.
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