Fuí invitado a un Foro sobre "La calle como espacio cultural" en la UCV, el cual está "orientado a discernir sobre la calle como espacio cultural y cuales son las manifestaciones que en ella pueden darse". La idea es que según mi experiencia en las artes escénicas haga una ponencia.
Según mi experiencia, de la cual estoy absolutamente aburrido, tengo la certeza que lo primero que debo hacer es preguntar a ustedes que opinan de "El teatro en la calle". ¿Cómo lo ven? ¿Qué sienten que está pasando? ¿Qué esperan del teatro y en general de la cultura en nuestras calles?
Luego analizaré sus respuestas y comentarios, y esa será mi ponencia.
La ponencia es el martes en la mañana, aquellos que quieran participar no lo dejen pasar :)
Muchas gracias por participar,
Siéntete libre de escribir de manera anónima si lo prefieres.
EL FORO SERÁ EL MARTES 16.11.10 A LAS 10:00 A.M. EN EL AUDITORIO "CARLOS MARX" DE LA FACULTAD DE CIENCIAS ECONÓMICAS Y SOCIALES (FACES) DE LA UNIVERSIDAD CENTRAL DE VENEZUELA.
9.11.10
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Hablando como espectador y no como ejecutor de las artes escénicas, pienso que el teatro de calle es algo que la ciudad necesita con desesperación, tomando en cuenta que las artes siempre han sido un medio de expresión y de rebelión de las masas, el teatro de calle se me hace una de las únicas formas de expresión que nos permitiría retomar las calles y los espacios publicos tomados ahora por la paranoia el miedo, el resentimiento y la violencia.
ResponderBorrarEl Caraqueño (por hablar de lo que conozco) le tiene miedo y casi asco a la calle, pareciera que es bueno asistir a presentaciones de calle en cualquier otro lugar del mundo que en caracas.
EL teatro de calle es un medio, una herramienta, una necesidad.
Hola, Vicente:
ResponderBorrarEn estos momentos me encuentro en un proyecto teatral de la compañía Metropolitana. Ellos consiguen plata por el Estado para realizar algunos espectáculos en las calles, específicamente, en los barrios. Está planteado como un teleférico teatral que parte desde bellas artes, en un autobús, y llega a la entrada de los barrios (barrio el 70 del valle, y la vega), luego el espectador va pasando por diferentes estaciones donde ve algunas escenas que se desarrollan dentro de las viviendas de los mismos vecinos del barrio, además de la que se hace dentro del autobús.
Es muy difícil calibrar la reacción del espectador cuando no es él quien va al teatro, sino que el teatro lo aborda en su vida diaria.
Yo estoy en la escena que se desarrolla en el autobús y el público, en algunos casos, se siente invadido, atacado por una manifestación cultural a la cual no está acostumbrado ni mucho menos preparado para ver en un espacio donde, usualmente, se encuentra con violencia (estamos viviendo en una ciudad violenta); pero también hay muchos otros que tienen la necesidad de hablar, de comunicarse. Estos últimos son los que probablemente no están acostumbrados a ir a las salas de teatro o por el contrario, los que necesitan una manera diferente de ver las artes escénicas, donde al tener al actor ahí, en su territorio, puede dialogar con los discursos que la obra le plantea.
Nuestros espectadores pocas veces son seres silenciosos, al caraqueño y a la gente que pasa el mayor tiempo de su vida en la calle le gusta hablar, pero el miedo los ha hecho callar y cada vez estamos más cerca (el metro es ya un caos), pero nos comunicamos menos. Siento que el teatro de calle les permite esa ventana, ya que uno el teatrero al hacerlo pisa un territorio que nos pertenece y a la vez no, porque la calle es de cualquiera, de muchos.
Cuando se hace teatro de calle es muy difícil dirigirse a un público específico, al contrario de las salas, donde al plantearse un horario se sabe más o menos qué público va a ir, al igual que el nivel social, dependiendo de la ubicación de la misma. Aunque también puede ser impreciso, lo es mucho menos que en la calle, donde se para a verte el mendigo, el delincuente, al que asaltaron ayer, la señora mayor que hacer mercado, lo muchach@s que van a jugar; por lo tanto, el discurso se tiene que cuidar más, saber qué decir, cómo decirlo y tener muy claro que estamos tomando un espacio que está acostumbrado a cualquier otra cosa y no al teatro, al igual que los espectadores.
Siento que en este momento, donde el teatro nacional está pasando por un extraño fenómeno, obviamente bañado por la situación actual del país, es necesario buscar esas alternativas que nos permitan acercarnos de diferentes maneras al espectador, para retomar esa visión primaria del hacer teatral: despertar, buscar conciencias, enfrentarnos y confrontarnos con maneras distintas de ver las realidades.
A mí me encantan las producciones en sala, son riquísimas, pero estar en la calle, la mayoría de las veces sin las luces, sin las tramoyas, casi al desnudo, te obliga a buscar en el quehacer escénico unas herramientas diferentes para que ese discurso que plantea la obra pueda llegar.
Además, cabe destacar, que el precio de las entradas en la mayoría de la salas cada vez es mayor y esto limita al público de a pie a dedicarle un fin de semana al teatro. Qué bueno es ir por ahí y encontrarte, de gratis, no con un atraco, con una pelea, con una situación desagradable, sino con un grupo de "locos" representando algo, haciendo teatro.
Espero estas palabras te funcionen de algo.
Saludos y un abrazo,
Daniel Alfonso Rojas
Vicente, me encantaría ir a la ponencia que harás,pero evidentemente no puedo. Quiero hacerte un breve comentario sobre mi experincia en teatro de calle, en Venezuela no tuve muchas oportunidades salvo algunas animaciones con el grupo de teatro el Chichón, sin embargo, me gustaba, en los festivales internacionales de teatro, que lamentablemente tengo entendido que ya no se hacen, mirar el público que asistía a ver los espectáculos de calle;recuerdo podía unirse una procesión de semana santa con algun espectáculo de una compañía francesa, esa mezcla me encantaba porque eran dos formas aunténticas y diferentes de intervenir el espacio público. En Europa,he tenido la oportunidad de asistir a festivales de teatro de calle, como observadora y también como actriz, debo decirte que en países como Alemania, Holanda, Belgica, tienen una gran cartelera de festivales de teatro de calle, el público suele ser tan amable como exigente y el cuidado estético de los espectáculos es óptimo. Desde mi experiencia dentro de esta disciplina puedo decirte varias cosas, el actor de teatro de calle necesita estudiar el espacio donde trabajará, es importante reconocer los pro y los contra del terreno de juego, y sobretodo controlarlo más que el transeúnte que pasa cada día por ese lugar, sólo de esta forma podrá transformarlo en otro lugar, un lugar escénico.
ResponderBorrarPor otra parte, la dramaturgia tiene que ser directa y clara. Apoyarse con elementos visuales, corporales, de sonido, la presencia del personaje tiene que ser total y absoluta, debe dar una información clara para así el que pasa puede recrear con su experiencia el imaginario que transporta el actor.
La participación es constante, y alli, me encontré con algunos items que había aprendido en Venezuela, gracias a Armando Carías, estos itmes son: la participación debe ser controlada, la comunicación debe ser afectiva, y la improvisación creativa. Todo lo que pasa alrededor de un espectáculo de calle forma parte del espectáculo de calle y por tanto es un regalo.
Creo que es un teatro difícil y al mismo tiempo sincero. Si estas allí, en esa calle cualquiera y alguien pasa, te mira y captas tu atención, eso quiere decir que lo estás llevando de la realidad a la ficción, cambias su noción del tiempo y del espacio... lo haces inmortal por tan sólo unos instantes.
Gracias por darnos voz en tu blog!
Un abrazo enorme.
Irma Borges
Saludos, Vicente...
ResponderBorrarComo espectador de teatro, me parece una excelente opción ver el arte en la calle. En principio me han gustado muchas de las obras que he presenciado en el (¿extinto?) Festival Internacional de Teatro de Caracas.
Lo que he notado últimamente en el marco de festivales como Por el Medio de la Calle, es que el teatro de calle pareciera entrar a cubrir la necesidad de entretenimiento familiar.
Son muchas los padres que quieren sacar a sus chamos sin ir a meterlos a un centro comercial, y recurren a la plaza o al boulevard. Los niños, que a diferencia de los adultos no van a ese ritmo apresurado ni están alertas en la calle, creo que son quienes más prestan atención y más disfrutan estos espectáculos.
¡Un saludos y felicidades por el blog!
Harold.
RESPUESTA EN TWITTER:
ResponderBorrar@messuti Caracas Es Un Espacio Cultural!
No creo que un sitio u otro sean espacios culturales o no. He visto más arte en la calle que en muchos teatros o galerías. Basta ver como el street art (Banksy, Mr. Brainwash) ha invadido los museos. La calle puede ser un espacio cultural, pero eso depende de la búsqueda del artista y como el mismo quiere expresarse. Un artista solo debe ser fiel con su idea creativa y tratar de hacerla viable según lo considere. Por ejemplo hay grupos como La fura dels Baus que se mueven entre teatro de sala y teatro de calle, pero siempre en concordancia con su finalidad creativa. El teatro venezolano sufre de elitismo y sólo considera a las salas Premium para sus espectáculos, por eso es que vemos que cada vez hay más repetición y nos vemos encerrados en un modelo que se torna a veces asfixiante. Creo que los directores deberían plantearse no solo el teatro de calle, sino la intervención de espacios, para darle un poco más de verdad al hecho creativo teatral, para así huir de la búsqueda estéril, sin riesgo y sin la belleza del vértigo
ResponderBorrarHola Vic,
ResponderBorrarMe parece una gran necesidad para esta ciudad hermosa, para creerselo y disfrutarla, tanto para los artistas como nosotros los espectadores. Con el teatro en la calle se abren mucho más "espacios" a los artistas y cualquier creativo o hasta persona común a expresarse libremente y ser visto y escuchado de la misma forma. Recuerdo la última experiencia en el evento de Chacao en noche y cómo me nutrió, divirtió y reconcilió con las calles de mi ciudad, edificio, jardines, lo nunca visto. Cuando recorro u observo a la ciudad con calma, la redescubro, así como con la propuesta que esté viendo. También une a la gente, pues el foco será el espectáculo y la ciudad misma. Felicito y animo estas iniciativas y que sigan creciendo!